miércoles, 20 de enero de 2016

Ictus

Ictus:
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se la conoce como Accidente Cerebro Vascular (ACV), embolia o trombosis. Los dos últimos términos, no obstante, se refieren más a bien a distintas causas del ictus. Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.

Causas:
  • Edad avanzada: Pasados los 55 años, cada década vivida dobla el riesgo de padecer un ictus. No obstante, esto no quiere decir que las personas jóvenes no sufran el problema.
  • Sexo: Se producen, más o menos la misma cantidad de ictus en los dos sexos. No obstante, más de la mitad de las muertes son en mujeres.
  • Herencia familiar:  el riesgo de sufrir un ictus es mayor si alguna persona de la familia lo ha padecido.
  • Haber sufrido un ictus recientemente: Una vez sufrido un accidente cerebrovascular las posibilidades de padecer otro aumentan considerablemente.
  • Tener la presión sanguínea elevada.
  • Fumar.
  • Padecer diabetes mellitus.
  • Sufrir enfermedad de la arteria carótida.
  • Presentar enfermedad cardiaca.
  • Sufrir ataques isquémicos transitorios.
  • Contador de glóbulos rojos alto.
  • Consumir alcohol en exceso.
  • Consumo de drogas.
  • Además si existe obesidad hay mayor riesgo.

Síntomas:
En general, los ictus son de inicio súbito y de rápido desarrollo, y causan una lesión cerebral en minutos. En función del área del cerebro afectada pueden producirse muchos síntomas diferentes:
  • Adormecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o una pierna, especialmente en uno de los lados del cuerpo.
  • Confusión repentina, dificultad para hablar o para entender.
  • Repentina dificultad para andar, mareo, pérdida de equilibrio o coordinación.
  • Problemas repentinos para ver en uno o los dos ojos.
  • Dolor de cabeza repentino sin que se conozca la causa.

Cuando el ictus afecta a la región izquierda del cerebro, la parte afectada será la derecha del cuerpo (y la izquierda de la cara) y se podrán dar alguno o todos los síntomas siguientes:
  • Parálisis del lado derecho del cuerpo.
  • Problemas del habla o del lenguaje.
  • Estilo de comportamiento cauto, enlentecido.
  • Pérdida de memoria.

Si por el contrario, la parte afectada es la región derecha del cerebro, será la parte izquierda del cuerpo la que sufrirá estos problemas.

Hay dos tipos de ictus:
  • Ictus Isquémico Los vasos están obstruidos dentro. Los coágulos causantes del problema se denominan trombos cerebrales o embolismo cerebral. Causado por una obstrucción del vaso sanguíneo.
  • Ictus hemorrágico: el vaso se rompe, lo que provoca que la sangre irrumpa en el cerebro. Al entrar la sangre comprime el tejido cerebral. Existen dos subtipos de este tipo de ictus, la hemorragia intercerebral y la subaracnoidea. Sucede cuando se rompe un vaso sanguíneo débil.

Prevención:
La Sociedad Española de Neurología recomienda una serie de hábitos saludables para evitar sufrir un ictus:
  • Llevar una dieta rica y saludable
  • Realizar ejercicio de forma habitual.
  • No fumar.
  • Moderar el consumo de alcohol.
  • Llevar un control de la tensión arterial de forma regular.

Tratamientos:
El tratamiento es distinto si el ictus es debido al bloqueo de un arteria o a causa de la ruptura de un vaso. En algunos casos es necesaria una operación.

Secuelas posibles:
Pérdida de fuerza, inmovilización de de un lado del cuerpo, trastornos del lenguaje (incapacidad de comprender y/o emitir ningún tipo de lenguaje adecuado, afasia; alteración del habla que se manifiesta a la hora de articular palabra, disartria ;o incapacidad de emitir ninguna palabra, mutismo), trastornos visuales (pérdida de visión de la mitad del campo visual, hemianopsia), trastornos en la sensibilidad (hormigueo, falta de sensibilidad…), la espasticidad ( trastorno motor del sistema nervioso en el que algunos músculos permanecen contraídos), dolor central ( dolor superficial quemante o punzante que aumenta al tacto, con el agua o con los movimientos) e incontinencia urinaria.

 También pueden aparecer problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad, la labilidad emocional (pasar del llanto a la risa sin motivo alguno, llorar o reírse sin causa aparente), la apatía, la irritabilidad y la falta de consciencia de las secuelas del ictus.



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